26.1.09

Carta de amor a Pola

Carta de Amor de Marion Zereni a Frantisek Pola con el objeto de rogarle que la última vez no fuera la última.

Pero ¿qué sabré yo de nada? Y de amor, ¿qué sabe nadie de amor? Salvo que no nos pertenece y que aun así es lo único que tenemos. Que es amando lo más que uno puede acercarse, acercarse alejándose de sí en el otro hasta dejar de ser para empezar a ser.
Sólo eres amando, es más, amando es lo único que eres. Tú lo sabes, y te rindes. ¡Victoria cuando te dejas hacer y te olvidas de ti para estar en mí! Amarme así no es una decisión, la voluntad no sirve, ni la razón, ni siquiera el deseo. Eres un médium y es por eso por lo que lo haces tan jodidamente bien.

No hay nada inmoral en eso ¿tienen miedo de que se agote la fuente inagotable de tu amor? Yo no. Tu amor no es tuyo, es un bien común y tan vital como el aire. Yo lo reclamo a la mínima ocasión. No tengo piedad de ti, pobre Pola.
Te quiero como quise a mi marido, como tú quieres a tu mujer. Tu amada Olympia. Sólo pasa que tal y como eres su Ulises, yo soy tu Circe, al menos desde que descuidado pisas mi isla hasta que los dioses me ruegan que te devuelva al mar.
Imagino el terror que ha de tener de despertarse y no verte en su cama, pero tengo la certeza de que nunca te perderá, y eso me alivia ¿Qué puedo destruir yo amándote?

Es que cuando invoco las verdades de mis entrañas el amor es lo único que mana de la fuente en la que bebían las sibilas. Y has resultado ser el mensajero de esas profundidades, portador del Cáliz, sonrisa de mi Aurora.
Cuando te marchaste me quedé como flotando. Tardé días en volver a cerrarme. Follar así es muy convincente, te sitúa. ¡No sabemos nada de nada! ¡Estoy enamorada de nuevo! ¡Joder, qué joven soy, te juro que me había olvidado!

Recuerdo aquella primera vez en la Torre, ninguna otra cosa era posible. Amar es lo que hacemos tú y yo cuando estamos juntos, es lo que somos. Resígnate, Pola, y no creas que eres débil, lo que se te muestra cuando follas con alguien a quien amas, lo que te rebasa, es una fuerza aniquiladora de voluntades ¡es Dios manifestándose en una de las formas más puras que podemos percibir! Esforzarse es inútil. Por eso te amo como un animal, no hay más.

Jeanne jugado en la playa, tu mujer abrazando a tu mini-yo, el mar plateado y el cielo tan azul: eso es lo que ocurre cuando amas. Tu amor todo lo contiene, también a mí. Lo que no es amor es ruido. Cuando te vas me dejas en ese silencio, una especie de estado de consciencia alterado en el que se ve la verdad de las cosas, y por unos días sé que no hay nada que temer.

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